Con más de 6.000 satélites lanzados desde el arranque de la carrera
espacial, de los que unos 3.000 permanecen activos, unidos a los restos
de otros lanzamientos y demás elementos más que terminado perdidos en
el espacio, como la bolsa de herramientas de Heidemarie Stefanyshyn-Piper, era una cuestión de tiempo que se produjera un choque entre dos satélites, lo que ocurrió cuando el satélite de comunicaciones Iridium 33 chocaba contra el satélite Ruso Cosmos-2251, en desuso, a unos 780 kilómetros de altura sobre Siberia: Russian and US satellites collide.
Se trata de la primera vez que algo así ocurre.
 Punto de colisión entre ambos satélites de comunicaciones en SpaceWeather.
La colisión ha provocado una nube de restos formada por unos 600
fragmentos que se unen a los aproximadamente 17.000 objetos que a
principios de este año se calcula que estaban en órbita alrededor de la
Tierra.
 Objetos en órbita alrededor de la Tierra. La
zona de mayor densidad es la circunferencia de a 36.000 km
correspondiente a la órbita geoestacionaria, donde habitan la mayoría
de los satélites de telecomunicaciones. Imagen ESA / Agencia Espacial Europea.
Desde la NASA seguirán con especial interés la evolución de esta
nube de restos, que irán cayendo a la atmósfera poco a poco, por si
pudiera suponer un problema para la Estación Espacial Internacional,
en órbita unos 400 kilómetros más abajo, o para los futuros
lanzamientos de los transbordadores espaciales, ya que el impacto con
cualquiera de estos puede tener serias consecuencias.
 Pruebas
en laboratorio del impacto entre una esfera pequeña de aluminio, de 1,2
cm de diámetro y 1,7 gramos moviéndose a 6,8 km por segundo contra un
bloque de aluminio de 18 cm de grosor. En el punto de impacto se pueden
dar condiciones de temperatura y presión mayores que las que se calcula
hay en el centro de la Tierra, es decir, más de 5.700 grados C y 356 GPa. Space debris: assessing the risk. ESA / Agencia Espacial Europea.
Iridium, por su parte, espera sustituir el satélite destruido por
uno de los repuestos que tienen en órbita dentro de un plazo de 30 días.
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